domingo, 15 de abril de 2012

ENSAYO


El caballero de la invicta de R H Moreno-Duran
Diego A'

Universidad la Gran Colombia

La literatura colombiana desde el modernismo se centra en las realidades sociales, si se tiene en cuenta que dichas realidades pretenden mostrar una Colombia llena de conflictos, políticos, sociales, económicos y culturales; es fácil destacar que gracias a ello hace su aparición autores como R H Moreno Durán (1946 – 2005), quien impone un nuevo lenguaje, unos nuevos espacios literarios y unos nuevos cánones; con su propuesta hecha con agudeza e ironía, en el manejo del humor para jugar libremente con la cultura (traduciéndolo en gozo, placer, risa, burla e ironía), obligando a una lectura de sus obras desde lo agudo, sarcástico y malicioso, con  un alto nivel de humor.

En sus obras encontramos pormenores de la historia nacional, contada por medio de alusiones caricaturescas y grotescas, sobre  los partidos políticos, los sistemas militares, el frente nacional, la clase diplomática y demás actores socio-políticos del momento; es aquí donde deja ver su visión crítica de lo que sucede en el país, y esto va ha ser relacionado con la imagen que tiene de la mujer y con la que logra cambiar el concepto de escritores anteriores, que la enmarcan en lo puro y virginal; R H Moreno (1993) con su novela “El caballero de la invicta”  logra una visión de la mujer, que  pone como símbolo de lo inmoral y negativo, con ella va a lograr hacer apuntes de humor cuando califica algún evento específico, como el siguiente:

“aquí se distingue nítidamente el clítoris frígido sobre el conflictivo canal; y más allá, en fin, como un comentario sobre la naturaleza femenil de tanto estropicio, una buena cantidad de cuernos en medio de monedas, papayas, granos de café y verduras no identificables.”(Moreno-Duran, Pág. 30. 1993)

En este tipo de momentos es donde proyecta con su libro, una contradicción en la idealización de la mujer  perfecta y la madre-patria, es donde deja ver la ironía que emite por medio del erotismo en sus críticas, dando a conocer ese estilo tan particular que lo lleva a alejarse de la imagen  de Gabriel García Márquez, aunque hay que reconocer que para la época el estigma que formo la literatura de Márquez era una carga bastante complicada de llevar, pues en la época existen otros tipos de escritura que se deben tener en cuenta si queremos en realidad abordar de forma completa la literatura Colombiana.

Cabe mencionar que Moreno Duran cambia también la forma de narrar en cuanto a la perspectiva espacial pues su narración es cerrada, es hecha desde adentro con miras a una lectura que retoma elementos íntimos que permite  desnudar a sus personajes de modo que nada queda oculto ni maquillado, aunque sea una forma cruda de mostrar una realidad, es claro afirmar que tiene un lenguaje especial que  como dice Luz Mary Giraldo en el libro “Rafael H Moreno Duran o la desmitificación de la cultura”:

“Moreno Duran concentra sus novelas en espacios de salón, salas, alcobas, o recintos cerrados de corte burgués, decorados con cierto refinamiento de telas pesadas, cuadros, relojes, espejos que producen la impresión de un ámbito de tonalidades claroscuras, donde el tiempo parece no transcurrir (a pesar de la acumulación de hechos que se mueven laberínticamente), y se vive en la intensidad de las sensaciones corporales, eruditas, e intelectuales.” (Giraldo, Pág. 9. 1992)

Lo anterior es fácil determinar en la primera parte de la novela “El caballero de la invicta”, en donde Moreno Duran, hace una narración descriptiva del lugar de la boda y en especial de cada uno de sus personajes dejando ver el lado oscuro de los invitados a dicha reunión en donde se observa que la clase alta de la sociedad no es tan maravillosa y decente como aparenta, pues cada uno está envuelto en acciones poco respetables en donde la mujer no es presentada como símbolo de bondad si no que es un símbolo sexual que ayuda a describir una sociedad corrupta, en su segunda historia de las cinco que contiene el libro, su campo descriptivo se amplia, pues la referencia es el gobierno de la época, que no se salva y en cada uno de sus renglones realiza un análisis profundo de lo que considera poco fiable para la ciudad, es evidente todo el realismo cubierto por un toque de humor que agrede e insulta a quienes critica de una forma muy sutil, conservando un lenguaje impecable y muy profesional.

Luz Mary Giraldo hace una descripción de la narrativa del autor un poco más concreta en su libro “La novela colombiana ante la crítica 1975 – 1990” en donde complementa diciendo:

“Moreno Duran no escribe desde la cocina, lo hace desde el salón, pero acompaña a sus compañeros de velada al baño, a la cocina, a la recámara, al cuarto del servicio, al motel, a la proa inhabilitada de un barco, a los umbríos de un bosquecillo, a un bar de mala muerte o a un exclusivo restaurante, incluso a los solitarios pasillos de una biblioteca… Cualquier lugar es excusado; cualquier lugar es apto para estar desnudo, solo o en compañía, cuando es el ojo del voyeur quien acompaña y dibuja la escena.” (Giraldo, Pág. 220. 1992)

Una descripción tan exacta cómo la que hace Moreno-Duran, sólo se puede realizar si se está en el lugar donde suceden los hecho, es por esto que este autor, es un narrador inmerso en la escena aunque no participe de la acción, además es notable que Moreno es un voyerista que se orgullece de serlo pues logra penetrar con su relato las fibras más intimas del erotismo que entremezcla con su humor característico para presentar un trabajo impecable.

Un elemento primordial en su texto es la destrucción del ideal de la familia ejemplar, pues el profesor, su esposa e hijas, aunque se presentan en sociedad como un hogar con principios intachables  no son más que una farsa, que Berenice da a conocer cada vez que entra en su particular trastorno, que por cierto sólo tiene durante su menstruación y que le ayuda a desahogar sus más profundos sentimientos como lo muestra el siguiente fragmento:

 “Claro está que había cosas poco escusadas en ese vocabulario bastardo, tamizado por un marcado acento inglés, como cuando Berenice decía que su madre era un kurveh y su padre un shmegeggy: había que ver la roja cara de Roth y los otros traductores, avergonzados y sin saber cómo salir elegantemente de su misión, pues kurveh es puta y shmegeggy cornudo, aunque quienes estaban al tanto de los desarreglos de la familia, sabían que Berenice, así fuera en lengua de judíos, decía la verdad de forma impecable. El pobre profesor no sabía qué decir ante el dictámen de la ciencia y ni siquiera el cada vez menos apático marido Santiago se salvó de los piropos que prodigaba Berenice. Un día, delante de todo el mundo, le dijo imperativamente Kish mi in tuchis, que significa Bésame el culo, a lo cual él se negó, no porque no entendiera sino porque en ese momento no estaba para esas cosas y además había mucha gente.”(Moreno-Duran, Pág. 418. 1993)

Berenice es muy clara al referirse a los que la rodean cuando revela dichas incoherencias que lo único que hacen es poner al descubierto intimidades que demuestran un concepto fantasioso de la palabra familia, cuando muestra cruelmente esa realidad oculta a esa sociedad que los consideraba ejemplo.

Es fácil denotar muchos elementos significativos del trabajo arduo de Moreno-Duran en su obra y cada uno de ellos fabricados con tal cuidado que ofrecen una refinada imagen de algo impropio del ser humano como individuo social, resaltando el otro lado, “su otra cara”; otro ejemplo de esto es el famoso Le Petit Maitre Illustré, un hombre culto y el mejor amigo del profesor, “gluteólatra” (amante y experto en glúteos femeninos), con un enciclopedismo que no es más que un detallado y minucioso conocimiento de temas eróticos, que el personaje asume con devoción científica, reconocible en frases como: "una mujer sin culo es un desastre ecológico" (pág. 41) "un bello culo de mujer es prueba fehaciente de la existencia del yo" (pág. 47).

La escritura de R H Moreno- Duran en su particularidad permite reconstruir una sociedad determinada por sus costumbres desde una perspectiva algo futurista si se tiene en cuenta la inclusión de elementos que no existen aun en la ciudad, pero que se han tenido en cuenta como posibles, es el caso del metro, que según su texto moreno lo encaja de forma sorprendente en su narración y lo hace parte de una realidad que alguien que no conozca Bogotá  se dejaría envolver por su descripción del espacio en la novela, además promueve la idea de una mujer diferente a la que nos presentaban autores como José Eustacio Rivera en la María, pues ya no es la mujer virginal e inocente, si no que es un símbolo de erotismo y maldad, que extrae los más profundos deseos en los hombres y son un referente de poder que acorde con la novela señalan una crítica perfecta a los ideales de una sociedad de apariencias.

“El caballero de la invicta” es muestra fiel de su compromiso como escritor, porque en su novela presenta un dominio envidiable del lenguaje, muestra su amplia gama de conocimientos en diversas disciplinas o al menos con su escritura logra provocar dicha sensación en el lector, es bueno el poder reconocer que Colombia tiene muchos escritores con temáticas novedosas y creativas con los que se podría tener más formas de conocer nuestra  literatura y que aportarían en la construcción de la historia literaria en nuestro país de una forma más concreta, que la que hasta el momento tenemos, que por cierto es muy reducida, no por que no exista si no porque ha sido ignorada u opacada por otros autores que obtuvieron un reconocimiento mayor, es necesario y pertinente el poder mostrar los diversos estilos literarios que hay en nuestro país, además de promoverlos formando una nueva cultura literaria en Colombia.



Referencias



MORENO DURAN, Rafael H. “EL CABALLERO DE LA INVICTA”. Editorial planeta. Bogotá.1993.

GIRALDO, Luz Mery. “RAFAEL H MORENO DURAN O la desmitificación de la cultura”. Centro Colombo-Americano. 1992.

GIRALDO, Luz Mery. “La novela colombiana ante la crítica 1975- 1990”. Editorial Javeriano CEJA.


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